El Psicodrama tiene un alto poder movilizador, auténtico catalizador de los procesos terapéuticos. Para utilizarlo con seguridad hace falta disponer de un sólido marco teórico de referencia (ECRO).

Moreno nos brinda un método de intervención grupal que permite un rápido acceso al mundo emocional y sus conflictos, pero su teoría tiene limitaciones. El psicoanálisis nos brinda un marco teórico de referencia que nos da explicación de la construcción del mundo emocional y sus conflictos, pero su clásico método de intervención tiene limitaciones. Cuando articulamos las dos aportaciones, descubrimos un  valioso instrumento que puede dar respuesta a los retos que nos plantea la psicopatología y la complejidad de los problemas psicosociales actuales.

La libre expresión de conflictos es una condición necesaria pero no suficiente para resolverlos. El psicodrama es algo más que un repertorio de técnicas activadoras, implica un contexto dramático y grupal. Se requiere formación para desarrollarlo con seguridad. Para implementarlo con toda su potencialidad y en un contexto de seguridad necesitamos  un marco teórico de referencia que permita a la persona coordinadora:

  • Conocer las relaciones, ansiedades y conflictos que se mueven en todo grupo humano.
  • Conocer procesos del desarrollo emocional, relacional, cognitivo y de estructuración de la personalidad.
  • Tener un amplio y sólido conocimiento de la psicopatología para actuar en el campo clínico.

El psicoanálisis nos facilita un marco que permite alcanzar todos estos objetivos, adquiriendo una capacitación en competencias mediante la experiencia de un grupo de formación, vivencial y teórico.